La niñez es una penumbra
La adolescencia un trauma
La adultez una mierda
La vejez una oportunidad
La vida siempre la pensamos a futuro, como
si fuera una serpiente donde la cabeza es la muerte y la cola el nacimiento.
Pero nos damos cuenta de los círculos en que nos desenvolvemos, son un
laberinto que jamás escapamos.
Quizás la mente nos nubla con pensamientos
y sentimientos vacíos, que sirven como un oasis en el universo vacuo. Nos
alimentamos de mentiras e hipocresías, vestidas de bellezas sublimes que no se
comprenden. Los sueños son la realidad dentro de tantas barreras, donde la felicidad
no se encuentra por arte de magia, lo peor es que nunca se encuentra. Se vuelve
imposible encontrar la cabeza de la serpiente y se tiende volver a la cola.
Los traumas y las barreras de la realidad
se esconden bajo la alfombra, para que la maquina siga funcionando. Esta máquina
pretende encontrar otros engranajes para no parar jamás, pero cual reloj de
cuerda, necesita de alguien para continuar dando el tiempo.
La niñez, se vive dentro de la normalidad
y el apego de quien te rodea, quizás te mantiene vivo a través del cuidado. Sin
embargo, las altas expectativas te detienen en la mediocridad, jamás vas a
destacar sin tener los medios necesarios. Se tiende a ser uno más del montón.
La adolescencia, te van a tildar de ególatra
y narcisista, por no querer calzar en el común denominador de la gente, vas a
sobresalir y te van a bajar como sea. La construcción del ego, como pieza
fundamental de esta máquina, se implementa de forma oxidada, que en cualquier
momento o lluvia se resquebraja, rompiendo todo el engranaje y contaminando los
demás elementos.
La vida adulta, se hace lo que se puede,
cuando ya la maquina está rota, funciona como un auto antiguo que lo utilizaron
de taxi. Los sueños se desmoronaron en el camino, se cayeron a pedazos como
chispitas en un helado en verano, son gotas de agua en el océano, son fantasmas
de vidas sin concluir. Miras el mundo esperando tantas cosas, tantas almas que
puedes poner feliz con tal de contagiarte de esa, pero son espejismos del vacío
de tu corazón.
Si te odias, realmente jamás estarás con
alguien, dice la frase cliché. ¿Pero cómo vas a construir un castillo si
las piedras están rotas desde hace siglos? ¿Como plantear una vida acorde a la
realidad que te toca vivir, si esta todo dado?